La Primera Gota De Agua
(Nelson Saavedra)
En una tarde nublada, como suelen ser aquellas tardes de Abril, las nubes grises viajaban a través del amplio cielo deslizándose como trineos sobre la nieve. Sobre ellas vivían dos gotas de agua, quienes aún no se conocían pero que sin saberlo se podría decir que eran una misma gota.
Qui era sereno, tranquilo, muy sensible con una trasparencia absoluta y una brillantez que iluminaba cualquier sitio donde llegara. Por su parte Neo, quien era una soñadora, poetiza, un tanto loca – en el buen sentido de la palabra – se dedicaba a dar alegría a sus conocidos, andando siempre con una refrescante sonrisa de par en par.
La vida de estos dos personajes transcurría entre sus intereses particulares e irse preparando para el día que tuviesen que descender a la tierra en un suscitado y torrencial aguacero que cubriría con ellos y otros más de sus compañeros el suelo donde los mortales habitamos. Una mañana de Mayo cuando las espesas nubes se entristecieron y se tornaron de un tono casi negro, nuestros personajes sabían que era su turno de dar vida y alegría a la naturaleza y todo lo que en ella habita, sin pensarlo dos veces se fueron ordenando en las extensas filas que hacían las otras gotas – hay que recordar que las gotas de lluvia están entrenadas para ser muy ordenadas y precisas – para dar a cabalidad con su misión en la vida, en ese instante, el tiempo se congelo en una fracción de segundo y Neo vio a Qui, la atracción fue tan fuerte que pareciera que las demás gotas sobraran, que las mismas nubes desaparecieran bajo sus livianos cuerpos y que empezarán a flotar, fue tanta la atracción que cuando Neo intentó reaccionar para poder estar cerca de Qui, se dio cuenta que estaban cayendo del cielo para lograr cumplir con su destino. Qui quién también había divisado a Neo, hizo un pequeño esfuerzo en el aire para poder acercarse un poco más a Ella, pero cuando parecía lograrlo bum, se estrellaron contra el cristal de una casa, los dos amantes recién descubiertos se deslizaban suavemente por la superficie del vidrio, viendo como su efímero encuentro tardío los separaba más y más de su destino de estar juntos, ya casi a mitad de su recorrido levantaron su mirada a aquel que había sido su hogar por mucho tiempo, como si elevaran alguna clase de plegaria, para que por alguna fuerza natural o divina pudieran mezclarse para vivir un segundo eterno de felicidad. Justo cuando parecía todo perdido, una leve brisa trajo consigo el encuentro de nuestros personajes, Neo y Qui, frente a frente se unieron en un abrazo fundiendo sus almas y sus esencias en uno solo, sentían que brillaban ante los ojos de sus amigas, que podían lograr vivir plenamente ese instante de gloria, daban gracias al viento, a las nubes a Dios o a quien quiera que les permitió poder relacionarse, así fuese en un fugaz instante, pero que para ellos simbolizó una vida completa. Minutos después Neo y Qui terminaron su recorrido por el cristal, cayendo estrepitosamente al suelo.
Luego de unas horas cuando calentó el sol y seco todo el espíritu de Neo y Qui, regresaron al cielo donde gracias a su conexión y la magia que existía entre ellos vivieron eternamente con su amor. Desde entonces para los enamorados, la lluvia es un pretexto que los une, siguen el ejemplo de Neo y Qui, quienes en su primer día de lluvia fueron felices por siempre.
Bueno es solo un intento de historia, espero que les guste y lo comenten; vamos a ver si con la historia, me gano un cupo al taller virtual de escritores que dictará la Universidad Central.
Gracias de nuevo por darme su preciado tiempo para leer y ver mi trabajo.
Joker M. – “Nelson Saavedra Cárdenas”.
Muy linda tu historia!!!
ResponderEliminarGracias, por el comentario y por tomar un minuto de tu tiempo para ver mis notas.
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